Cuando muchos grupos estaban a medio paso entre el pop electrónico y el analógico nos hemos hartado de ver cómo algunos han involucionado hacia adelante buscando ese añejo sonido de casete u ocho pistas tan sintético como reconocible en el siglo XXI. Pero ese no ha sido el caso de Dan Snaith, doctor en matemáticas pero primero conocido como Manitoba y ahora Caribou, que muy consolidado ya como hombre orquesta de synthpop y psicodelia se ha digitalizado del todo con su tercer disco Swim (Merge, 2010).
Rompiendo con lo que se esperaba, sin bajar el listón y dando un paso de gigante hacia adelante, primer paso que lo da con Odessa, single que ya adelantó hace unos meses y que ya nos prometía adicción a lo que es todo el álbum, siguiendo con Sun, la enorme Found Out, Hannibal y así hasta el final. Tened claro una cosa: la psicodelia sigue ahí, la delicadeza, el hyper-ruidismo y el pop siguen ahí, pero ahora están mucho más pixelados, en estéreo y con un horizonte mucho más abierto y coloreado.
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